Promover el amor por la vida y el valor que merece, invitar a protegerla y así aportar a la prevención del suicidio.
Informando y educando sobre el manejo de emociones, hablando con la verdad y sin tabúes.
Normalizando el “no me siento bien”, para que las personas estén abiertas a pedir ayuda cuando lo necesitan.
Sensibilizando a la comunidad en cuanto a las necesidades que tienen las personas con enfermedades mentales.
Acercando la atención de profesionales especializados en salud mental, ante situaciones de crisis.
Promoviendo la ayuda solidaria entre familia y pares.